Pasos para convertirse en inversor de éxito
¿Te estás planteando convertirte en inversor? ¡Buena elección! Aprender a invertir es una habilidad que puede cambiarte la vida por completo, y si lo haces bien, puede incluso construir una fortuna que dure generaciones. Pero, seamos sinceros, nadie nace sabiendo cómo hacerlo. Ni siquiera Warren Buffett.
Lo esencial es empezar con la estrategia adecuada, comprometerte a lograr la independencia financiera y, sobre todo, tener la disciplina de seguir aprendiendo. Si tienes esas tres cosas, créeme, hasta alguien como tú (y como yo, que no soy ningún genio de las finanzas) puede amasar riqueza.
Ya sé que al principio puede parecer un bicho de siete cabezas, y por eso mismo estoy aquí para compartir este camino sencillo, aunque probado, que la mayoría de los grandes inversores han seguido. Sí, los que logran esas fortunas que te hacen pensar "¿cómo lo hacen?".
Nuestro amigo Warren Buffett tiene dos reglas de oro para invertir:
- Regla #1 – No pierdas dinero.
- Regla #2 – No te olvides de la Regla #1.
Fácil, ¿no? Pues esa es la base de la estrategia de inversión que nos enseñaron Buffett, Ben Graham y Charlie Munger, tres gigantes de la inversión.
Te prometo que puedes aprender a convertirte en inversor, y más importante aún, a construir riqueza que no solo te sostenga a ti, sino también a las generaciones que vengan después.
¿Y cómo lo sé? Porque yo ya lo he hecho. Y si yo lo he logrado, créeme, cualquiera puede. Así que, ¿qué te parece si te acompaño en este increíble viaje?
Cómo Convertirse en Inversor en 8 Pasos
¿Sabes qué? Convertirse en inversor no es tan complicado como parece. En realidad, lo podemos desmenuzar en 8 pasos sencillos que, te lo aseguro, cualquiera puede seguir. Sí, incluso si ahora mismo no tienes ni idea de por dónde empezar o si, como me pasó a mí, tu cuenta bancaria está temblando.
Lo único que necesitas es saber qué hacen los grandes inversores. Y con eso, en poco tiempo podrás sentarte, relajarte y ver cómo tu riqueza comienza a crecer.
Y lo mejor de todo: no tienes que hacerte inversor solo.
Vamos a robarle algunas ideas a los famosos inversores que llegaron antes que nosotros. Porque, si quieres ser un gran inversor, ¿por qué no copiar a los mejores?
Así que, manos a la obra. Si ellos pudieron, ¿por qué tú no?
Consigue los Recursos Adecuados para Invertir
Bueno, ¡aquí vamos! El primer paso para convertirte en inversor es hacerte con los recursos correctos, porque encontrar material educativo confiable es clave para tener éxito en este mundo.
El problema de encontrar fuentes fiables es que no existe una educación formal sobre la Regla #1 de inversión. Básicamente, cualquiera puede ponerse la etiqueta de "educador" y hablar de inversiones, ¡incluso profesores de la Ivy League! Esto crea un montón de desinformación por ahí, y lo triste es que la mayoría de lo que se enseña no es del todo correcto. No lo digo yo, lo dice Charlie Munger, que en una ocasión comentó que creía que el 95% de la gente en el mundo financiero hace que los chamanes se vean bien en comparación.
Para que no caigas en esa trampa, he preparado una carpeta virtual con herramientas y recursos que considero geniales. Sí, lo sé, suena formal, pero créeme, está llena de oro puro.
Con el tiempo, probablemente termines usando cada cosa que hay en esa carpeta. ¿Por qué? Porque ser inversor significa que nunca dejas de aprender. Siempre hay algo nuevo que descubrir o una estrategia que afinar. Así que, empieza a bucear en esos recursos, y verás cómo te ayudan a evitar a los "chamanes financieros". ¡Vamos, no hay tiempo que perder!
Aprende los Fundamentos de la Inversión
Una vez que tengas los recursos adecuados, es hora de meterse en lo básico de la inversión. No te preocupes inversor, no es tan complicado como suena.
Cuando hablamos de invertir, sobre todo nos referimos a comprar acciones. Y sí, aunque parezca un tema de alto voltaje, la verdad es que es bastante sencillo. Las acciones representan una parte de una empresa, y para ser un buen inversor, lo primero que necesitas es entender el negocio detrás de esas acciones. Luego, asegúrate de que el negocio tenga una característica intrínseca que lo proteja de la competencia (algo así como su escudo contra los competidores).
Después de eso, tienes que confiar en que el CEO tiene integridad y sabe lo que hace. Y, finalmente, tienes que conocer el valor real de esa empresa y comprar sus acciones cuando el precio esté muy por debajo de ese valor, o lo que llamamos "con un buen margen de seguridad".
Esos cuatro principios sencillos han generado más millonarios y multimillonarios que cualquier otra estrategia de inversión. Son la línea que separa invertir de especular. Así que, si te los aprendes bien como inversor, ya estarás por delante del 90% de los que juegan en este mercado.
Ten una Mente de Principiante
Hay montones de libros sobre la "mente de principiante" aplicados a la meditación, el yoga, el golf, el tenis, incluso el mantenimiento de motocicletas (sí, me he leído algunos). La verdad, debería escribir uno sobre Zen y el Arte de Invertir, pero sería un libro bastante cortito. Así que mejor te lo explico aquí y ahora: esa cosa tan importante del Zen, la mente de principiante.
Cuando empiezas algo completamente nuevo, sin tener ni idea de lo que haces, estás en lo que se llama "incompetencia inconsciente". Es decir, estás en esa fase en la que no sabes que no sabes. Y la verdad, ¡es divertido! Te lanzas a probar algo nuevo sin ideas preconcebidas de cómo debería ir la cosa, sin presión, sin metas que alcanzar. Simplemente lo disfrutas. No te preocupas por nada, solo estás en el momento. Esa es la mente de principiante.
Pero, claro, una vez que empiezas a aprender, la cosa cambia. Ahí es cuando pasas al siguiente nivel: la "incompetencia consciente". Ahora ya sabes que no sabes, y eso... pues puede ser bastante frustrante.
Aquí es donde mantenerse en la mente de principiante es crucial. Tienes que reconocer que, sí, eres un principiante y, sinceramente, ¡no pasa nada! Sabes que vas a mejorar, que estás en camino, pero por ahora, no tienes que preocuparte demasiado. En esta etapa, es importante mantener los pies en la tierra y ser humilde.
Si sigues adelante, eventualmente alcanzarás la fase de "competencia consciente". Es esa fase en la que ya lo haces bastante bien, pero solo cuando te concentras. Aquí empieza la montaña rusa emocional: un rato te sientes como un genio invencible, y al siguiente, te asusta meter la pata. A veces, todo eso te pasa en la misma hora. En este punto, muchos se meten más hondo de lo que deberían o, al contrario, no se atreven a profundizar lo suficiente para seguir aprendiendo.
Pero si sigues adelante, ¡boom! Llegas a la "competencia inconsciente", el santo grial de la maestría. Aquí las cosas fluyen de forma natural, como si todo funcionara solo. Los atletas lo llaman "estar en la zona". Es como volver a la mente de principiante, pero ahora, con el dominio total de lo que haces.
La clave de la mente de principiante es mantener el equilibrio emocional a lo largo de todas las fases del aprendizaje. Se trata de no dejar que las emociones te arrastren mientras aprendes y, sobre todo, de disfrutar del proceso, tal como lo haría un novato.
Probablemente, antes de llegar hasta aquí, ya tenías algunas ideas preconcebidas sobre la inversión, e incluso puede que ya hayas hecho alguna que otra. Pues, te pido que olvides todo eso. Quiero que empieces desde cero, con una mente de principiante. Suelta todo lo que crees saber sobre invertir y permítete estar un tiempo en ese lugar Zen, donde no hay expectativas ni presión. Relájate, porque ser "inconscientemente incompetente" es un paso que todos tenemos que atravesar. Y lo mejor de todo: ¡es parte del viaje!
Aprende a Leer Rápido
Leer es una parte no negociable cuando te metes en el mundo de la inversión—prepárate porque vas a leer muchísimo. Por eso, aprender a leer rápido (o escuchar rápido si prefieres audiolibros o podcasts) es clave.
La clave para leer o escuchar rápido es tener claro qué estás buscando. Y créeme, es más fácil de lo que parece. Cuando investigas un negocio, solo te importan cuatro cosas:
- ¿Entiendo este negocio?
- ¿Cuál es su "foso defensivo" (moat)?
- ¿Es confiable el CEO?
- ¿Cuál es el valor real del negocio?
Una vez que sabes lo que quieres encontrar, es mucho más fácil pasar por la información a toda velocidad. La mayoría de las personas leen alrededor de 300 palabras por minuto, y un libro típico tiene más o menos 300 palabras por página. Así que, una página por minuto. Pero si te enfocas en esas cuatro preguntas clave, tu velocidad de lectura puede dispararse hasta tres páginas por minuto. Así, podrías devorar un libro sobre un negocio en una hora. ¡Y si estás escuchando a velocidad acelerada, ni te cuento!
¿No te entusiasma la idea de leer toneladas de texto? No hay problema. Ponte unos auriculares, suscríbete a Audible, y deja que otra persona te lea. Escucha podcasts.
Así que ya sabes, si no tienes tiempo para leerlo todo, ¡escúchalo a doble velocidad y sigue aprendiendo a toda marcha!
Controla el ERI
El ERI, o Regla Emocional de la Inversión, es básicamente una ley no escrita que dice que, si compras una acción, va a bajar inmediatamente, y si no la compras, subirá sin parar.
Y te lo digo desde ya: no puedes escapar del ERI, así que ni lo intentes. Lo importante es reconocer que la inversión real implica dinero real, y con eso vienen emociones a flor de piel. Para aprender a ser un inversor que construye riqueza, tienes que saber cómo manejar esas emociones.
Aquí es donde la estrategia de la Regla #1 es como un regalo caído del cielo. Esta estrategia reduce el número de empresas en las que estarás interesado y te muestra el valor real de las que te gustaría comprar. ¿Por qué es esto tan crucial? Porque cuando conoces el valor verdadero de un negocio, no necesitas cruzar los dedos esperando que tengas razón, ni quedarte despierto en la madrugada temiendo que estés equivocado. Puedes dormir como un bebé sabiendo que, incluso si el mercado cierra durante diez años, tus inversiones estarán bien y te harán más rico.
La estrategia de la Regla #1, cuando se hace bien, es como comprar un billete de 10 dólares por 5. Es un chollo, y sabes con certeza que vas a ganar dinero. Y si, por casualidad, puedes comprar un segundo billete de 10 por 3 dólares, estarás encantado porque ahora puedes comprar más por menos.
Cuando le coges el truco, te das cuenta de que esta estrategia elimina casi por completo las emociones de la inversión. Si, después de comprar, la acción sube, te sientes feliz. Y si baja, también estás feliz, porque acabas de encontrar una ganga aún mejor. El ERI deja de tener importancia.
Así que, en resumen, la clave no es evitar las emociones, sino controlar el juego emocional. Con la estrategia adecuada, el miedo y la ansiedad desaparecen, y cada movimiento del mercado se convierte en una oportunidad más.
Coge el Camino Menos Transitado
Robert Frost lo dijo mejor que nadie:
"Lo estaré contando con un suspiro,
En algún lugar, dentro de mucho, mucho tiempo:
Dos caminos se bifurcaban en un bosque, y yo—
Tomé el menos transitado,
Y eso hizo toda la diferencia."
Este fragmento de su poema "The Road Not Taken" tiene una enseñanza potente que también se aplica a la inversión. La estrategia de la Regla #1 es, sin duda, ese camino menos transitado. Fácilmente, el 95% de los profesionales de la inversión no están en esta ruta, y si conoces a un inversor amateur por aquí, considéralo una rara excepción. Warren Buffett lo dijo claro: hay algo en esta estrategia que la gente o entiende al instante, o nunca lo hace. Después de que tengas tiempo para aprenderla, espero que seas de los que la pillan.
Yo fui uno de los afortunados que lo entendió a tiempo.
Y, de verdad, eso lo cambió todo. No solo para mí, sino también para mis hijos y nietos, y para las miles de personas que han alcanzado la independencia financiera aprendiendo la Regla #1 de mi equipo de grandes maestros.
Pero, ojo, aquí va la advertencia.
Es probable que tengas amigos y familiares que no han logrado la independencia financiera, y mucho menos riqueza generacional, y te dirán algo tipo: "Si fuera tan fácil, todo el mundo lo estaría haciendo". O peor aún: "Tú no puedes lograrlo".
Yo era un guía de rafting cuando aprendí esta estrategia, y te puedo decir que ignoré ese negativismo, lo apliqué y funcionó. Desde entonces, he enseñado a miles de personas como tú, y ellos también lo están haciendo. De hecho, algunos incluso han llegado a ser gestores de fondos de inversión.
Mira, tus amigos y familiares te quieren, no quieren verte perder el tiempo. Pero la verdad es que no tienen idea de lo que hablan. Y te lo digo con todo el cariño y respeto. Es normal que no lo sepan, ¡nunca han estado expuestos a esto!
Así que diles que los amas y los respetas, pero que, pase lo que pase, vas a hacer que esto funcione. Y, cuando lo logres, diles con una sonrisa que podrán pedirte prestado si lo necesitan.
Lo importante aquí es que determines por qué estás invirtiendo. Toma esa razón y haz un plan de inversión que te prometas a ti mismo cumplir, pase lo que pase.
Este es tu camino menos transitado, y ya sabes cómo termina el poema: hará toda la diferencia.
Incorpora la Inversión en tu Rutina
Si realmente quieres que esto funcione, tienes que comprometerte a reservar algo de tiempo cada semana para aprender a invertir como parte de tu plan de inversión. Aprender es la parte más difícil, sin duda, pero una vez que lo domines, ¡la práctica es la parte divertida! Y lo mejor es que no toma tanto tiempo. De hecho, mantener tus inversiones al día puede tomar tan solo 15 minutos a la semana.
Al principio, es cierto que puede requerir un poquito más de esfuerzo y tiempo. Pero, déjame decirte, esto puede cambiarte la vida de tal manera que probablemente tendrás que obligarte a desconectar de vez en cuando. Es una de esas cosas raras en la vida que se vuelven más interesantes y gratificantes cuanto más lo haces.
Para que te hagas una idea, Buffett tiene 90 años y sigue gestionando una cartera pública de 300 mil millones de dólares. Munger, a sus 97, está al mando de su cartera personal de 2 mil millones. Decir que la inversión bajo la Regla #1 es adictiva se queda corto.
Pero, oye, no te preocupes por hacer muy poco. Si acaso, la mayoría de nosotros tendemos a preocuparnos por hacer demasiado.
Uno de los principios más importantes de la inversión bajo la Regla #1 es que tu nivel de actividad debería parecerse más a la pereza que al frenesí. En serio, ¡la actividad mínima es clave!
Te sorprenderás de cuánto dinero puedes ganar simplemente dejando que tu perezoso interior tome las riendas. ¿Quién diría que ser "indolente" podría ser tan rentable?
Domina el Arte de la Paciencia
Hablando de la "pereza", quedarse esperando no es lo más emocionante cuando estás deseando que algo bueno suceda, pero, amigo, tienes que acostumbrarte. Para convertirte en un inversor de verdad, necesitas dominar el arte de la paciencia.
Y no es una paciencia cualquiera. Necesitas una paciencia enorme para esperar que las empresas en las que has decidido invertir entren en “rebajas”. También se necesita paciencia para esperar a que las acciones que compraste suban de nuevo a su valor real. Y ni hablar de la paciencia que necesitas mientras tus inversiones siguen creciendo y acumulando capital año tras año.
Hay que tener paciencia mientras esperamos que el mercado baje o que ocurra algún evento que ponga en descuento esa empresa que hemos estado vigilando. Y créeme, llegará ese momento. Cuando ocurra, podrás comprar esa inversión con un margen de seguridad enorme, lo que te asegura ganar dinero.
Eso sí, recuerda que invertir no te hará rico de la noche a la mañana. Pero si estás dispuesto a esperar y a invertir siguiendo la Regla #1, te aseguro que sí te hará rico.
Así que, si sigues estos 8 pasos, estarás en camino hacia esa "competencia inconsciente", la independencia financiera y, lo más importante, la creación de riqueza generacional. ¡La paciencia, al final, es lo que realmente paga!
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